El mar, las plantas tropicales, el desierto, algunos movimientos artísticos y mi infancia son las principales inspiraciones detrás de SM
Crecí en Antofagasta con un Papá, ortodoncista, metódico y muy trabajador; que durante varios años nos llevó a conocer La Pampa Nortina y el interior; donde visitamos muchos lugares como San Pedro de Atacama, Toconce, Toconao, Caspana, salares, volcanes, flamencos, dunas, etc… y por otro lado una Mamá artista, que siempre tuvo taller en casa, donde yo quería saber todo, pintaba, cortaba, manchaba, todo era un juego de técnicas varias y colores. A esto sumémosle los largos días de playa en verano.
Este ambiente en el que me crié; mezcla de trabajo, colores, desierto y playa; hacen que hoy mis referentes e inspiraciones vengan de muchos lados. Por una parte está el Desierto y toda la gama de azules, rosas, rojos y amarillos (porque el desierto, es cualquier cosa, menos café) y por otra está el mar, la playa, paisajes y fondos marinos, la arena y algas. También están las plantas tropicales como las Monsteras o los Filodendros, el Ave del Paraíso o las hojas de las Palmeras.
Sin embargo, hay que sumar dos fuentes de inspiración que hasta el día de hoy son una constante en mi vida: Las revistas de decoración y las mujeres con carácter.
Como pasé mucho tiempo en el taller, las revistas de moda, espectáculos y decoración nunca faltaban, a veces no entendía nada, pero me podía pasar mucho rato mirándolas. Y también habían mujeres que sin saberlo, se convertirían en referentes para mi carrera, ya sea por su legado, su vestuario o lo que significan en la cultura pop. Raffaella Carrá, Grace Jones, Audrey Hepburn, Anouk Aimée, Jem and The Hollograms, entre otras…
Finalmente un mix de elementos e historias que me permiten crear accesorios florales, geométricos, llamativos, lúdicos y alegres.
Los Accesorios que hago los pienso siempre igual, para usar con algo sencillo, un vestido, una blusa y jeans…. Y depende como se combinen pueden ser jugados, formales o para usar a diario. Comienzan como un dibujo, que luego se digitaliza y afina hasta que se aprueba, luego se hacen las pruebas de calce y peso, para luego definir los patrones de color y materiales.
Trabajamos con herramientas digitales, corte láser y luego todos las piezas son pulidas, armadas y trabajadas a mano. Siempre a baja escala, los aros de 6 a 8 unidades por modelo y color, y los collares tres unidades máximo por modelo; solo en algunos modelos de collares hacemos más.
Mi trabajo es una mezcla de procesos digitales y manuales por colecciones, series limitadas y exclusivas. Exclusivas, porque terminan siendo piezas prácticamente únicas, ya que hacemos pocas unidades por modelo, con mucho trabajo y amor detrás de cada pieza.
Crecí en Antofagasta con un Papá, ortodoncista, metódico y muy trabajador; que durante varios años nos llevó a conocer La Pampa Nortina y el interior; donde visitamos muchos lugares como San Pedro de Atacama, Toconce, Toconao, Caspana, salares, volcanes, flamencos, dunas, etc… y por otro lado una Mamá artista, que siempre tuvo taller en casa, donde yo quería saber todo, pintaba, cortaba, manchaba, todo era un juego de técnicas varias y colores. A esto sumémosle los largos días de playa en verano.
Este ambiente en el que me crié; mezcla de trabajo, colores, desierto y playa; hacen que hoy mis referentes e inspiraciones vengan de muchos lados. Por una parte está el Desierto y toda la gama de azules, rosas, rojos y amarillos (porque el desierto, es cualquier cosa, menos café) y por otra está el mar, la playa, paisajes y fondos marinos, la arena y algas. También están las plantas tropicales como las Monsteras o los Filodendros, el Ave del Paraíso o las hojas de las Palmeras.
Sin embargo, hay que sumar dos fuentes de inspiración que hasta el día de hoy son una constante en mi vida: Las revistas de decoración y las mujeres con carácter.
Como pasé mucho tiempo en el taller, las revistas de moda, espectáculos y decoración nunca faltaban, a veces no entendía nada, pero me podía pasar mucho rato mirándolas. Y también habían mujeres que sin saberlo, se convertirían en referentes para mi carrera, ya sea por su legado, su vestuario o lo que significan en la cultura pop. Raffaella Carrá, Grace Jones, Audrey Hepburn, Anouk Aimée, Jem and The Hollograms, entre otras…
Finalmente un mix de elementos e historias que me permiten crear accesorios florales, geométricos, llamativos, lúdicos y alegres.
Los Accesorios que hago los pienso siempre igual, para usar con algo sencillo, un vestido, una blusa y jeans…. Y depende como se combinen pueden ser jugados, formales o para usar a diario. Comienzan como un dibujo, que luego se digitaliza y afina hasta que se aprueba, luego se hacen las pruebas de calce y peso, para luego definir los patrones de color y materiales.
Trabajamos con herramientas digitales, corte láser y luego todos las piezas son pulidas, armadas y trabajadas a mano. Siempre a baja escala, los aros de 6 a 8 unidades por modelo y color, y los collares tres unidades máximo por modelo; solo en algunos modelos de collares hacemos más.
Mi trabajo es una mezcla de procesos digitales y manuales por colecciones, series limitadas y exclusivas. Exclusivas, porque terminan siendo piezas prácticamente únicas, ya que hacemos pocas unidades por modelo, con mucho trabajo y amor detrás de cada pieza.